"Urushi" en Japón y "Qi" en China, esta laca es la savia del árbol Rhus Vernicifera que crece en el Extremo Oriente. Los primeros testimonios que tenemos datan de unos 5000 años a.J.C.
Esta sustancia, que fue usada en un inicio como revestimiento protector, se convirtió en un arte "el arte de una materia y de un oficio", como escribió Bernard Dunand.
La laca natural es una materia viva caprichosa y misteriosa. Pide al artista paciencia y comprensión antes de librarle sus secretos y revelarle su belleza.
“una obra de arte en laca no puede ser realizada con ninguna otra materia sin degradarse” (Bernard Dunand)
Su satinado y la profundidad de las superficies pulidas, confieren serenidad y poesia.
La belleza es también sensual, no únicamente quiere ser apreciada con la mirada, sino que llama al tacto a la caricia de la mano que nos hace vibrar los sentidos...
Elaborada a la mano desde el principio hasta el final, cada laca es una pieza única.