KANGXI es una pluma creada por Olga Aloy, que se inspira en el estilo de las armaduras de los caballeros de las estepas Manchú del siglo XVII, bajo el reinado del emperador Kangxi, que llevó a su apogeo a la dinastía y al país. Excelentes arqueros a caballo, se reunían en «banderas», término que designaba a una formación de una decena de hombres, y fueron uno de los principales componentes militares de la política de unificación y defensa del emperador. Las armaduras estaban hechas a base de seda y ornamentos de metal, y la madera de los arcos estaba protegida por laca natural. Con laca para la seda y escamas de oro verdadero para los adornos de metal.

La elaboración de esta pluma ha requerido muchos meses de trabajo. Una vez pasadas las capas de base, las pepitas de oro se aplican de una en una y se recubren con una nueva capa de laca. Después de secada en el «furo» (armario tradicional que tiene una tasa de humedad del 80% y una temperatura de 23º), la pieza es pulida minuciosamente hasta la reaparición del oro y antes de la aplicación de la capa siguiente. Se necesitarán de 18 a 20 capas para que el oro quede incrustado en la laca y el tacto adquiera la sensualidad sedosa característica de las lacas naturales y artesanales.

En los extremos de la pluma, y engastados por un joyero creador, un cristal de roca, piedra de la que se dice que favorece la meditación y procura la calma y la armonía, y que los griegos llamaban «krustallos» porque pensaban que se trataba de un hielo creado por los dioses. Finalmente, la gafa, en plata sobredorada, cierra la cima antes de deslizarse a lo largo del capuchón como una flecha. La vaina del conducto capilar también está lacada, tanto para sensualidad del tacto como para una buena fijación, y la pluma está hecha de oro y oro rodiado (750/1000, 18 quilates) para un buen confort de escritura.