EL VOLCÁN DORMIDO es una pluma con decoración de «nieve» creada y elaborada por Olga Aloy como un trabajo tradicional de laca con cáscara de huevo. La savia de la laca, en estado natural, es de color marrón claro; mezclada con pigmentos minerales, puede adoptar diferentes colores, pero nunca el blanco. Para poder disponer de este color, los artistas de la antigüedad tuvieron la idea de incrustar fragmentos de cáscara de huevo dentro de la materia y de esta idea nació una técnica artística que se llama «RANKAKU».

La elaboración de esta pluma requiere meses de trabajo. Después de aplicar las capas de base, se compone un mosaico de fragmentos de cáscara que se aplican de uno en uno y se recubren con una nueva capa de laca. Una vez secada en el «furo» (armario tradicional que tiene una tasa de humedad del 80% y una temperatura de 23º), la pieza es pulida minuciosamente hasta la reaparición de la cáscara y antes de la aplicación de la capa siguiente. Serán precisas de 18 a 20 capas para que la cáscara quede enteramente incrustada en la laca y el tacto adquiera la sensualidad sedosa característica de las lacas naturales y artesanas.

La gafa de la pluma parece emerger de un magma de diamantes negros (una masa de piezas de corindón hecha por un joyero creador) y gira en espiral alrededor de la cima antes de deslizarse a lo largo del capuchón, como una colada de plata fundida. La vaina del conducto capilar también está lacada, tanto para sensualidad del tacto como para una buena fijación, y la pluma está hecha de oro rodiado (750/1000, 18 quilates) para un buen confort de escritura.